ATENCIÓN: Mis reflexiones son tan atropelladas como lo soy yo cuando cuento algo. ji

jueves, 21 de agosto de 2008

Mis manitas

Yo nací el 3 de febrero de 1984, trece años después de mi hermana Bea. He tenido toda mi vida a mi mami y tres mamis (mamacitas en realidad) más.
Mis hermanitas bellas, Laura y Bea, se mudaron a Miraflores en noviembre del 2006, el mismo año que falleció mi abuelita, pero esto ya lo he contado en algún post. El punto es que no perdimos la rica tradición de sentarnos todos juntos a compartir la mesa los domingos, mi abuelita baja del cielo y nos acompaña también.
Hace unos domingos atrás nos encontrábamos festejando los días patrios con un poco de anticipación, tomamos pisco sour y el mondongo, comimos cuy también. Luego como para que no nos choque la grasita nos zampamos unas copitas de Anisado. La tarde no pudo cerrar de mejor manera, las cuatro hermanitas nos echamos en la cama de mi mamacita que había ido al cementerio con mi tía y nos quedamos viendo "El Padrino" y luego dormimos.


Queda constancia la dormilona que nos pegamos, jijiji.
Según mi sobrino parecíamos cachorritos


Son estas cosas, que antes, cuando vivíamos todos juntos, las que extraño terriblemente. El llegar de la universidad, o de donde fuere, y ver a mis hermanas sentadas en el sillón viendo una de las series por cable que tanto nos afanaban y sentarnos a verla juntas. Por estas épocas Laura se ponía a tejer algo y yo la imitaba o la acompañaba en el sillón, pero antes escuchaba: enana! ven siéntate para ver tele. O Beíta que me preguntaba cómo me había ido y que se prestaba a escucharme diariamente mis dramas o mis alegrías. Mi hermana mayor, Beli, que siempre tenía algo que chismearme y que ahora me para contando de las cosas que suceden alrededor de lo forestal y del medio ambiente, con la indignación que nos caracteriza a las que somos idealistas. El que nos peleáramos de bromita por ver quien se echaba más cerca a mi madre en la cama para ver tele o hacernos piojito. Buaaa, todo eso me hace mucha falta!
Todos pasamos por miles de procesos, todos vamos madurando, evolucionando. Esto le pasa a mi familia ahora, en especial a las hermanitas Soria Torres, cada una de nosotras está haciéndose su presente y anda cada una por su lado, siempre conectadas porque nos adoramos, pero lejitos. La rutina que habíamos establecido por años cambió y cada quien tiene la suya propia. De pronto me viene como una serie de flashes donde veo todas los escenarios vividos con mis hermanas y es como ver un comedia romántica, donde las lágrimas saltan de la penita y de la alegría. Me las adoro brujildas! Me las extraño aún más.

1 comentario:

Un chico de Lima dijo...

Que lindo post, muy nostálgico!

Por cierto, yo tengo la misma lámpara de la foto y ustedes sí parecen cachorritos.