ATENCIÓN: Mis reflexiones son tan atropelladas como lo soy yo cuando cuento algo. ji

lunes, 1 de septiembre de 2008

De regreso


La mañana fue muy apresurada y no tuve tiempo de sentir la bienvenida de mi Lima adorada, pero ahora por la tarde, saliendo del trabajo siento la tosca caricia de este viento frío en mis mejillas y siento que mientras le pido disculpas ella, a Lima, ella me perdona.
Al salir rumbo al paraíso me di cuenta que por primera vez en mi vida dejaba la ciudad que tanto adoro atrás sintiendo la necesidad de escapar de ella, sintiendo que me ahogaba entre sus calles y la rutina. Que fea sensación!!!
Llegué al terminal de Oltursa (que tal cherry!!!) y me encontré con Caroline (o Cargroline, como le digo con acento dizque francés), nos dimos el latón del mundo con todos nuestros q'ipyis a cuestas hacia Metro a comprar las provisiones -faltaba más, en un viaje la comida es lo que menos puede faltar-.
Luego de llamar a mi madre adorada subimos al bus, con mucha alegría de poder ir a disfrutar del sol, mar y arena. El bus partió y, claro, no faltaron las comedias románticas cagonas que me tuvieran a punta de mocos todo el camino. Espero que Caroline no se haya dado cuenta.
Esperaba tener un panorama distinto de la vida cuando llegara. Lo que me encontré cuando amaneció en la carretera fue mi vista panorámica del bus toda cagada. Será señal de algo?- me pregunté.
Decidimos no tomarnos fotos con esas caras y en esas condiciones, era como si nos hubiesen sacado de una pela de acción del fin del mundo. Primero la ducha respectiva y a caminar.
El camino de Máncora hacia Pocitas fue muy divertido, lleno de conversaciones y de un paseo guiado dizque por mí (jajaja). En el camino aproveché para conversar con el mar y conmigo misma, y agradecer un poco la suerte de pisar esas arenas por segunda vez en mi vida. Pensé un poco en lo que quería y todo fue tomando forma, así como lo predije, la distancia iba a hacer lo suyo. Más tarde el vino haría lo propio también.




Por la tarde decidimos salir a tomar sol bajo el cielo nublado, esperábamos quemarnos un toque, aunque sea con la resolana. Ese fue el momento en el que más pude pensar y... dormir, jajaja .
Mientras mi amiga leía yo clavaba mi mirada en el horizonte, esperando que una ola del mar trajera consigo las respuestas que andaba buscando. Al quedarme dormida, entre sueños aparecieron algunas, una de ellas era claramente que buscara en mí y encontrara la tranquilidad para sopesar las cosas, que esto era urgente.

Ya era de nochecita, Caroline me dijo que era época de luna nueva, debe de haber sido así porque la condenada nunca nos alumbró, pero a pesar de ello tenía el flash de mi cámara y un cielo bello con estrellas. Allí, frente al mar, tomando fotos y vino en vaso, nos contamos muchas cosas y mientras hablaba de ellas me daba cuenta de que muchas habían dejado de dolerme y que otras tomaban un lugar ansiosas porque les preste pronta atención y vea la mejor manera de tratarlas. Fue así que me di con la certeza de que me estoy enamorando seriamente.
El domingo fue un día de placer y de disfrute del sol y el mar, de ver chicos cueros paseando frente a nuestros ojos mientras yo me deleitaba con una muy sana admiración de sus bellas figuras (ok, confieso, soy una mañosona del mal! quien no lo es que tire la primera piedra, pero un toque lejos de mi plis, no vaya a ser que me caiga).
Fue difícil despedirme de Máncora, de su mar y de su paisaje, del lindo fin de semana junto a una gran amiga. Pero creo que a esta tierra norteña también le dio pena despedirse de nosotras, porque justo cuando nos disponíamos a salir de la playa empezó a llover. Me fui con la firme promesa de volver. Estaba muy agradecida con las cosas que pude recobrar, fuerzas, energías, nuevas perspectivas, paz.
El viaje hizo su parte, ahora me toca a mí enfrentarme a mis rollos personales y sacarme adelante, como siempre. Ser feliz y brillar más que nunca.

5 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Chevere que hayas podido encontrar algunas respuestas en tu viaje y que eso te haya ayudado a encontrar algo de tranquilidad. Siempre es bueno darse uan escapada de vez en cuando...

De todas formas seguimos esperando tus fotos!!!! :P

Saludos
The Ghost

Anónimo dijo...

Amiga!!!!..que bueno que ese viaje haya resultado ser el mejor camino para despejar tu mente y aclarar todo pensamiento confuso...Siempre es bueno tener cambios en nuestras vidas...lo mejor es poder disfrutarlos a plenitud...y que mejor si uno reflexiona y analiza las cosas antes de dar cualquier paso...aunque claro...a veces nos gana el impulso y no pensamos :P...pero es parte de la vida...todo tiene sus riesgos...solo hay que saber sobrellevarlos ;)...
Estoy muy contenta por ti...Sé que saldrás siempre adelante, como solo tú sabes hacerlo :)...TQM!!!Un besote!!!

Anónimo dijo...

Que envidia!!! hace mucho que no voy por Mancora, dicen que esta muy cambiado. Pero por lo visto mas importante que el lugar es lo que has logrado :)

Pregunta suelta... por que Maconra?

PD: tildes omitidas por flojera xD