Dicen que las personas antes de morir recogemos nuestros pasos. Hace poco entrevistamos al Sr. Máximo Piñeyro, vendedor de Sanguito, y él nos decía que con todo lo que había caminado se tardaría mucho su pobre alma en recoger sus pasos. Lo que pase después de la muerte, no lo sé. Pero puedo decir febrilmente, porque así lo creo, que quienes terminamos recogiendo los pasos somos aquellos que nos quedamos.
Ayer conversaba con mi mami y ella me decía que un 8 de Octubre, el feriado del año pasado, llevamos a mi abuelita a comer a un lugar que venden comida charapa, ese día ella se sentía mal, como resfriada. Nadie se imaginó lo que después sabríamos, que mi abuelita tenía cáncer y que se iba a marchar pronto.
Desde el año pasado, desde su partida, hemos ido recogiendo sus pasos, ha sido triste ese proceso.
Dicen que el tiempo cura las heridas, vamos casi un año y todavía duele.
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